Además de la construcción del colegio Bartolomé de las Casas, que será entregado en 2019, la Fundación viene desarrollando diferentes programas como Uramba Maker Lab en el que se promueve la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. En Nayita, de otro lado, se adelanta el proyecto Pintando Esperanza para la transformación del entorno y el desarrollo comunitario. Informe especial.
El gran aporte social de la Fundación Sociedad Portuaria en Buenaventura tiene que ver con la educación: garantizar que los niños y jóvenes del Distrito, los ciudadanos del mañana, se formen de manera integral y con modelos pedagógicos de calidad. Para lograrlo se están desarrollando varios proyectos.
Uno de ellos es la construcción del colegio Bartolomé de las Casas, como se explicó en detalle en la edición 236 de Pacífico Siglo XXI. De otro lado está el programa Uramba Maker Lab, que la Fundación Sociedad Portuaria puso en marcha en una alianza con la Escuela Taller de Buenaventura.
En el barrio Nayita, además, se adelantan iniciativas para el desarrollo comunitario. Pero vamos por partes.
A promover la ciencia: Uramba Maker Lab
El programa de educación Uramba Maker Lab le apunta a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y algo fundamental para todo ello, las matemáticas.
“Lo que busca el programa es desarrollar las competencias de los jóvenes en el Siglo XXI, permitir que fortalezcan sus habilidades para resolver problemas y desarrollar proyectos. El programa tiene dos espacios, el Fab Lab y el Media Lab. El Fab Lab es el espacio de la fabricación digital. Allí encontramos máquinas como cortadoras láser, impresoras 3D en las que se puede fabricar cualquier tipo de piezas, entre otras tecnologías. Incluso el lema del programa es: aquí casi todo se puede hacer. Este es un espacio de innovación, lo que buscamos es que los jóvenes puedan diseñar y fabricar para resolver problemas puntuales. Estamos formando hacedores, transformadores”, dice Andrés Ramírez, gerente de la Fundación Sociedad Portuaria.
En el Uramba Maker Lab participan 123 jóvenes de grados décimo y once de colegios públicos de Buenaventura. Precisamente, para participar el requisito es ser estudiante de los colegios públicos priorizados de la ciudad.
“Hay algo muy importante que mencionar y es que este programa se basa en unos principios y valores. Entre los principios está que los jóvenes sigan sus propios intereses. Es decir: aquí los jóvenes le dedican tiempo a lo que les gusta, si por ejemplo les interesa la fotografía, dedican su tiempo a la fotografía. O si les interesa la fabricación, eso es lo que hacen”, agrega Andrés Ramírez.
Pacífico Siglo XXI recorrió las instalaciones de la Escuela Taller donde se realiza el programa y habló con varios de los jóvenes que participan del mismo, así como con los profesores y coordinadores.
“El mensaje que le enviamos a la sociedad desde este espacio es que hay que seguir creando, innovando y utilizando la tecnología para fortalecer nuestro territorio. A la Fundación Sociedad Portuaria le agradezco por brindarme el espacio para seguir enseñando a los jóvenes emprendimiento cultural”, dijo por ejemplo Jonathan Marín Calderón, Coordinador del programa Uramba Maker Lab.
Gustavo Adolfo Arroyo Quintero, uno de los estudiantes, agregó: “Principalmente vengo a desarrollarme en este espacio para crear, innovar. Soy alumno del colegio Bartolomé de las Casas. Desde que me contaron que existía este programa me encantó y decidí unirme”.
Walter Steven Mosquera Leudo, 17 años, también estudiante de grado once
del Bartolomé de las Casas, dijo por su parte que lo que más le atrae del Uramba Maker Lab es la autonomía: la posibilidad de elegir las áreas que le gustan para trabajar en ellas. “Le agradezco mucho a la Fundación Sociedad Portuaria porque me han permitido con este programa conocer facetas de mí que no conocía muy a fondo”.
Pintando Esperanza: la otra apuesta en el barrio Nayita
De otro lado Pintando Esperanza es el programa que viene adelantando la Fundación Sociedad Portuaria en el barrio Nayita.
“Este es el programa de la línea de desarrollo comunitario de la Fundación, con la cual hemos iniciado una nueva etapa de relacionamiento en territorios. Este programa Pintando Esperanza le apunta a la integración comunitaria para transformar su entorno a través de la pintura de las fachadas de las casas y otros espacios como los murales. Es una actividad en la cual participan voluntarios y los dueños de las viviendas. Lo que nosotros buscamos es que la comunidad se una con el propósito de embellecer y mejorar su barrio, transformar una realidad y eso se ha dado. Ya más del 50% del barrio Nayita ha ido transformando sus fachadas en un trabajo realizado por los jóvenes, quienes han recibido formación y han adquirido competencias en arte y color, lo que por cierto les ha permitido tener hoy en día el emprendimiento Nayita Color, con el cual están ofreciendo servicios de pintura de interiores en las casas de la ciudad”. comenta Andrés Ramírez, el gerente de la Fundación Sociedad Portuaria.
Entre los jóvenes que participan de Pintando Esperanzas y Nayita Color está precisamente Vladimir Bonilla Celorio. “Este proyecto de la Fundación Sociedad Portuaria me llamó la atención por su enfoque artístico. Es una forma para seguir expresándome y adquirir nuevos conocimientos. Agradezco por esta oportunidad”, dijo.
Cleomenes Germán Matasea, otro de los integrantes del programa y líder comunal, agregó: “Cuando llegó la Fundación Sociedad Portuaria al barrio nos empezó a capacitar en terminado y acabados de pintura, el arte y el color, lo que nos ha abierto muchas puertas. Ahora lo que queremos es que Nayita se convierta en un lugar turístico y para ello estamos haciendo murales y grafitis que atraigan a los visitantes. Uno de los murales se llama Pilar en honor a la hermana Pilar de la iglesia del barrio. Ella nos permitió usar una pared para desarrollar la obra. También tenemos el mural de Corales y el Amanecer Porteño, que lo hicimos con dos norteamericanos que vinieron a la ciudad, vieron nuestro programa en YouTube, les interesó, hablaron con la Fundación, vinieron al barrio y trabajaron con nosotros. Con el mural de Corales nos ganamos incluso un premio internacional.
Ismael Orozco Mena, analista de Gestión de la Fundación Sociedad Portuaria y enlace entre la comunidad y la institución, asegura que tras esta iniciativa Nayita se ha transformado.
“Tenemos jóvenes que a diario mantenían en las calles y hoy por hoy están pensando en crear empresas. Allí hay un cambio muy importante a resaltar”.