Todo empezó en la mañana del 21 de abril de 1990. El País de Cali cumplía 40 año
Y yo trabajaba en el departamento comercial. Allí vendíamos la publicidad del periódico y a la vez hacíamos información, sobre todo en mi caso, que viajaba a los sectores rurales más recónditos del Pacífico para elaborar separatas.
Con motivo del aniversario 40 del diario, venía el presidente de Colombia y una comitiva de Bogotá. Por eso fui a visitar la sede. También había una misa. Sin embargo, cuando llegué a la portería, no me dejaron pasar. A pesar de que yo trabajaba en la empresa, y era el mejor vendedor de publicidad, me cerraron las puertas. Pregunté las razones y los vigilantes me dijeron que ese día estaba reservado solo para “personajes especiales”. Ellos me conocían, sabían quién era, pero me explicaron que les habían dado esa orden.
Me dolió mucho porque en esos días el periódico estaba preparando una publicación que le iban a entregar al señor Presidente sobre el Pacífico colombiano, y yo era una de las personas que había aportado la información del Chocó y Buenaventura.
En todo caso esa mañana se afirmó en mí la idea que venía pensando hace rato: crear un periódico independiente donde la gente del Pacífico estuviera representada. Así comenzó a gestarse Pacífico Siglo XXI.
Yo renuncié a El País por ese episodio y me fui para El Espectador. Comencé a trabajar con ellos el 12 de octubre de 1991 y ya tenía el primer número de la separata Pacífico Siglo XXI que ellos decidieron publicar tras mi insistencia y resultados de publicidad.
Fue así como nació la separata, de 24 páginas, con información de todos los municipios del Chocó, Nariño, Cauca y por supuesto Buenaventura. Hasta la gran depresión económica de Colombia, los años 1996 y 1997, cuando El Espectador fue vendido.
Un año después, en 1998, hablé con el doctor Rodrigo Lloreda, quien me contrató para regresar a El País y manejarles el periódico Al día en Buenaventura. Sin embargo, cuando murió el doctor Rodrigo, retomé la idea de Pacífico Siglo XXI, ya no como una separata, sino como un periódico libre, independiente, como el que tenemos hoy. Esa, en resumen, es la historia de esta casa periodística.
Gracias a todos los lectores y anunciantes por su apoyo para mantener bien informada a la gente del Pacífico, algo fundamental en toda democracia. Gracias a los colaboradores, y a mi familia, que me han acompañado en este sueño hecho realidad llamado Pacífico Siglo XXI.