Él Chocó en el Siglo XX fue reconocido en Colombia por ser la primera potencia en ‘exportación’ de docentes a todos los departamentos. Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que no existe un sólo municipio que no haya tenido un maestro chocoano.
Fueron tiempos en los que el común denominador de un chocoano era ser maestro, abogado o político, pero de los buenos.
El Chocó también es reconocido por su música y folclor. Basta mencionar orquestas como el Grupo Niche, de Jairo Varela; Guayacán, de Alexis Lozano o Hansel Camacho; Los Nemus del Pacífico con Alexis Murillo y otros. En folclor ni se diga, para la muestra recordemos a La Contundencia con Américo Murillo, o Saboreo, con Octavio Panesso, ganadores del festival Petronio Álvarez y compositor del disco de chirimía más vendido en Colombia: ‘La vamo a tumbá’.
También es conocido el Chocó por ser el único departamento rodeado por dos mares: el Pacífico y el Atlántico. Con la mayor pluviosidad de Colombia y la segunda a nivel mundial. También por su riqueza minera como el oro y el platino.
Ha sido tan grande el saqueo de estas riquezas mineras del Chocó, que hasta alcanzó para que los gringos que tuvieron la compañía Chocó Pacífico donaran la construcción del estadio de los Yankis en Nueva York, mientras que al Chocó lo dejaban morir de hambre y sed. Y todo con la complicidad de los políticos chocoanos de la época.
Hoy se pregunta el chocoano: ¿Qué ha pasado con los políticos de nuestra tierra? Veinte años antes eran motivo de orgullo.
Cuando se repasa la historia de los políticos chocoanos, bastaba citar a Diego Luis Córdoba, padre del departamento del Chocó, hombre ilustre que promovió la educación para todos los negros en Colombia. Y qué decir del abogado defensor de Rojas Pinilla, senador, parlamentario, escritor e investigador, el conservador tadoseño Daniel Valoy Arce. Y de esa línea se tendría que mencionar a muchos como Manuel Mosquera Garcés, otro ilustre hijo del Chocó que fue tres veces ministro de Estado en tres gobiernos distintos…
¿Qué pasa hoy con los nuevos políticos? Se perdió el sentido de pertenencia por el pueblo y por la raza. Basta con mirar la elección popular de alcaldes y gobernadores. ¿De qué le ha servido al Chocó? Hagamos un rápido conteo: ¿cuántos alcaldes por elección popular han tenido los municipios del Chocó que no hayan salido cuestionados? Acaso 5 o 10 se salvan.
Y qué decir de los gobernadores. A esa lista agreguémosle los parlamentarios en los últimos 20 años, que no han logrado nada importante para el Chocó.
¿Qué hacer con esta nueva clase política que sólo piensa en sus intereses particulares y no en la gente del Chocó?
Roguémosle a Dios para que algún día vuelvan a retomar la ruta que trazaron nuestros mayores y dieron tanto orgullo a los hijos de este amado departamento.