Así nació Pacífico Siglo XXI

Todo empezó en la mañana del 21 de abril de 1990. El País de Cali cumplía 40 año

Y yo trabajaba en el departamento comercial. Allí vendíamos la publicidad del periódico y a la vez hacíamos información, sobre todo en mi caso, que viajaba a los sectores rurales más recónditos del Pacífico para elaborar separatas.
Con motivo del aniversario 40 del diario, venía el presidente de Colombia y una comitiva de Bogotá. Por eso fui a visitar la sede. También había una misa. Sin embargo, cuando llegué a la portería, no me dejaron pasar. A pesar de que yo trabajaba en la empresa, y era el mejor vendedor de publicidad, me cerraron las puertas. Pregunté las razones y los vigilantes me dijeron que ese día estaba reservado solo para “personajes especiales”. Ellos me conocían, sabían quién era, pero me explicaron que les habían dado esa orden.
Me dolió mucho porque en esos días el periódico estaba preparando una publicación que le iban a entregar al señor Presidente sobre el Pacífico colombiano, y yo era una de las personas que había aportado la información del Chocó y Buenaventura.
En todo caso esa mañana se afirmó en mí la idea que venía pensando hace rato: crear un periódico independiente donde la gente del Pacífico estuviera representada. Así comenzó a gestarse Pacífico Siglo XXI.
Yo renuncié a El País por ese episodio y me fui para El Espectador. Comencé a trabajar con ellos el 12 de octubre de 1991 y ya tenía el primer número de la separata Pacífico Siglo XXI que ellos decidieron publicar tras mi insistencia y resultados de publicidad.
Fue así como nació la separata, de 24 páginas, con información de todos los municipios del Chocó, Nariño, Cauca y por supuesto Buenaventura. Hasta la gran depresión económica de Colombia, los años 1996 y 1997, cuando El Espectador fue vendido.
Un año después, en 1998, hablé con el doctor Rodrigo Lloreda, quien me contrató para regresar a El País y manejarles el periódico Al día en Buenaventura. Sin embargo, cuando murió el doctor Rodrigo, retomé la idea de Pacífico Siglo XXI, ya no como una separata, sino como un periódico libre, independiente, como el que tenemos hoy. Esa, en resumen, es la historia de esta casa periodística.
Gracias a todos los lectores y anunciantes por su apoyo para mantener bien informada a la gente del Pacífico, algo fundamental en toda democracia. Gracias a los colaboradores, y a mi familia, que me han acompañado en este sueño hecho realidad llamado Pacífico Siglo XXI.

Un árbitro sin igual: serio, correcto y justo

Eran tiempos de juventud por allá en los años 80. Yo trabajaba en Cali

y me hicieron una oferta para que me fuera a trabajar al Huila, a una cadena de almacenes Philips y Fígaro. El dueño del aviso era un señor muy importante.
Permítame desviarme un poco para contarles más de este personaje. Su nombre era Néstor Vargas, tenía ganado y cafetales, fábrica de muebles y una cadena de almacenes en Neiva, Pitalito, La Plata, Garzón y en Florencia, Caquetá. Era de esos viejos curtidos y trabajadores, que tenía una habilidad innata para los negocios.

Recuerdo que en una ocasión, realizando un viaje en avión de Bogotá a Florencia, me dejó sorprendido por su habilidad con la palabra. El vuelo hizo una escala en Ibagué, y allí se subió al avión un señor a quien don Néstor le llamaba ‘Pelusa’. En cuestión de minutos finiquitaron el negocio de unas casas por $300 millones, sin necesidad de firmar ningún papel. Eran tiempos en los que la palabra se respetaba.

Pero les decía que me ofrecieron trabajar en la sede de Garzón, Huila, el pueblo más católico que conocí en mi vida. Hasta las películas que presentaban en el teatro debían tener el visto bueno de los curas.

Era un pueblo muy tranquilo, también. La mayor distracción era ir en las tardes a jugar baloncesto al polideportivo y los fines de semana jugar pool en los billares del viejo Peña, que administraba el hijo Francis, que tenía mucho parecido a Nicola di Bari y a él le gustaba esas baladas.
En una ocasión debí hacer un recorrido por el sur del Huila para entregar una mercancía. Fuimos a Pitalito, a San Agustín y finalmente llegamos al municipio de Maito. Había mucha alegría, y me encontré un paisano, el único negro que trabajaba en ese pueblo, profesor del colegio, y le pregunté: ¿qué pasa?
Me dijo: “es que hoy hay un gran partido de fútbol, juegan los Leones y los Tigrillos y el árbitro es el ‘rey Salomón’”. Le pregunté por qué le decían así y me dijo, ampliando mi curiosidad: “ya lo verás”.
Empezó el partido y el árbitro vestía de negro entero, con pantaloneta más ancha de lo normal. A los 20 minutos se cometió una falta al delantero de los Tigrillos, y el árbitro pitó penalti. Unos decían que la falta había sido dentro del área, otros que era afuera, y los jugadores de Leones se fueron furiosos a reclamarle al árbitro. De inmediato el árbitro sacó su revólver y les dijo: “aquí el que manda soy yo”.
Hizo dos tiros al aire para calmar los ánimos y que se cobrara el penalti. A partir de ese momento cargaba en una mano el pito y en la otra el revólver, y decían que eso sucedió porque antes los jugadores le pegaban al árbitro. A partir de esa fecha se acabaron los pleitos y las discusiones dentro de la cancha y el árbitro, que se llamaba Salomón, dentro de la cancha era el ‘rey Salomón’.

Los ‘come solitos’ o los ‘enbilletados’

En la costa Pacífica hay una expresión que utilizan sus habitantes para describir a aquellos amigos, conocidos y funcionarios públicos que no dan nada, no gastan nada y no contratan con nadie que no sea de los suyos. Les llaman ‘come solitos’. Esta clase de funcionarios son aquellos que siempre tienen una disculpa para todo y nunca tienen presupuesto para nada.

Cuando alguien del pueblo les pide apoyo para una causa social, o les ofrecen en venta un producto o servicio, por lo regular responden con el siguiente argumento: “aquí no hay presupuesto para eso, el presupuesto que dejó el anterior gobierno no alcanza ni para la papelería, tal vez usted no lo sabe pero la anterior administración dejó la olla raspada”.

Enseguida se despachan en contra de aquellos que se fueron y que por estar ausentes no pueden defenderse de todo cuanto se dice a sus espaldas.

Llámese jefe de área, director, secretarios de despacho, concejales, alcalde, diputados, representantes a la cámara, senadores, ministros o directores de instituciones descentralizadas, es común escuchar que se les llame entonces los ‘come solitos’.  Pero lo mejor de la historia es que cuando se invierten los papeles, y son ellos los que requieren de la ayuda del pueblo, o de los medios de comunicación, prometen esta vida y la otra para que les den la mano,  olvidando que son llamados ‘come solitos’.

En el Pacífico a estos personajes se les llama también los ‘enbilletados’. Nadie sabe cómo lo hacen, pero el billete lo consiguen porque lo consiguen. Han avanzado tanto, que ya tienen hasta ‘club de los enbilletados’ o ‘come solitos’. Generalmente se distinguen por el atuendo – usan ropa costosa y de última moda– buenas joyas, buenos carros, frecuentan los mejores hoteles y consumen el mejor menú en los restaurantes, prefieren las zonas de VIP y los mejores palcos.

En su vivienda siempre buscan estratos altos o construyen su propia casa a su manera, para que se refleje lo que son en ese momento. Alguien decía que aunque parezcan iguales en su andar, los ‘enbilletados’ se diferencian de los ‘come solitos’ porque generalmente envían a los hijos a estudiar a las mejores universidades nacionales o extranjeras, mientras que los ‘come solitos’ simplemente los envían a estudiar sin importar mucho la calidad de las academias.

La otra diferencia de los ‘enbilletados’ es que, algunos, tienen montada toda una estructura para asuntos no tan correctos con abogados, jueces, fiscales, fogoneros y periodistas, mientras los ‘come solitos’ no cuentan con ello.  Lo cierto es que en este país salen cada día nuevas formas de delinquir con apariencias legales y uno se pregunta por el ejemplo que le estamos dejando a las generaciones que nos siguen.

Colegio Bartolomé de las casas: el renovado ícono de la educación en Buenaventura

La Fundación Sociedad Portuaria, de la mano de la empresa vallecaucana Dimel Ingeniería, le entregaron a la ciudad las nuevas obras del colegio. Con una inversión de $15.549 millones, la institución estrena coliseo cubierto, gimnasio, salones para preescolar, primaria y bachillerato y un edificio central con restaurante, auditorio, biblioteca, que beneficiarán a más de 400 alumnos y a las comunidades vecinas.

En estos tiempos de dificultades e incertidumbre por la pandemia del coronavirus, Buenaventura celebra una gran noticia: la entrega del renovado colegio Bartolomé de las Casas, una megaobra que aspira consolidarse como el gran ícono de la educación en el Distrito.

Con una inversión de $15.549 millones por parte de la Fundación Sociedad Portuaria, y el liderazgo de la empresa vallecaucana Dimel Ingeniería, el colegio cuenta hoy con 8 bloques constructivos en los que se encuentran un coliseo cubierto; un gimnasio; salones para educación preescolar, primaria y bachillerato; talleres de tecnología, arte y ciencias y un gran edificio central con área para restaurante, auditorio, biblioteca, archivo, área administrativa y servicios complementarios, además de las vías de acceso y parqueaderos.

“Con el esfuerzo de la Sociedad Portuaria de Buenaventura a través de su Fundación, y con mano de obra en su mayoría de Buenaventura, se le está entregando un gran ícono a la ciudad, con lo cual se contribuye a mejorar una de las tantas necesidades básicas que tiene el Distrito, principalmente con la población joven para que se pueda preparar para un futuro más promisorio”, comentó el gerente general de Dimel Ingeniería, Jorge Mosquera Lasso.

Las obras del Bartolomé son totalmente nuevas.  Para asegurar el terreno donde está ubicada la institución educativa, se requirió hacer pilotes pre excavados de hasta 15 metros y muros de contención de hasta 5 metros de alto por 50 metros de longitud, por los niveles propios de la topografía.

En total en los trabajos intervinieron más de 50 empresas de las cuales el 80% fueron de Buenaventura, generando más de 100 empleos permanentes de forma directa y 250  indirectos entre profesionales, técnicos y obreros en general.

“El tiempo de construcción de todas las obras fue de 29 meses, incluyendo el tiempo que debimos parar por la pandemia del Covid-19. La mayor dificultad que se presentó fue la construcción de las cimentaciones y estructuras de soporte de los diferentes módulos por la calidad de los suelos y la dificultad de la topografía del terreno, un reto que con talento, experiencia y un gran equipo humano de la región, logramos superar”, agregó el gerente de Dimel, Jorge Mosquera Lasso.

Las nuevas instalaciones beneficiarán a más de 400 estudiantes, así como a las comunidades vecinas que podrán acceder a los programas de desarrollo comunitario de la institución educativa, un aporte clave por parte de la Fundación Sociedad Portuaria para empezar a cerrar un brecha añeja: la de la educación de calidad.


“La sociedad portuaria tiene futuro”, dice Víctor Julio González

Por Jesús Agualimpia – Director de Pacífico Siglo XXI

Víctor Julio González Riascos es un profesional de la Ingeniería Industrial, oriundo de Buenaventura, con más de 30 años de vida laboral y un amplio conocimiento del sector portuario, logístico y comercio exterior a nivel nacional e internacional. Exgerente de la Sociedad Portuaria, fue también Cónsul de Primera Clase en Colón – Panamá (2007-2010), Gerente de la Industria de Licores del Valle y candidato a la Gobernación.

Se trata, pues, de uno de los hijos del Pacífico más des-tacados en la historia reciente, y ese es precisamente el espíritu de esta nueva sección de Pacífico Siglo XXI: visibilizar a los líderes de Buenaventura y sus contornos, que han dejado huella y ejemplo para las nuevas generaciones.

Víctor comencemos por el principio: ¿en qué barrió de Buenaventura se crió?

Fui criado entre la antigua línea frente al barrio Nayita, pero la mayor permanencia de mi niñez y adolescencia la pasé en la Calle Argentina (Carretera), en un hogar conformado por mis padres, Miguel Ángel González Córdoba (q.e.p.d) y María Ángela Riascos Moreno, y mis ocho hermanos: María, Eulogio, María Ángela, José Miguel, Jesús Manuel, Luis Alberto, Oscar Tulio (q.e.p.d.) y Luz Marina. Nuestros padres nos inculcaron valores, princi-pios, sentido de responsabilidad, respeto por las personas mayores y dedicación por cada una de las misiones que desarrollábamos, en especial por los compromisos como estudiantes y luego como profesionales.

Por cierto, ¿dónde aprendió sus primeras letras?

Tuve la oportunidad de realizar mis estudios primarios en el Instituto Buenaventura, escuela que era liderada por dos muy buenos maestros, como fueron Diomedes Quiñonez y Ester Moreno. Recordando además un profesor como Adalberto Quintero y compañeros de escuela como Hernando Paredes, Glay Mejía, Fernando Pérez, entre otros. Los estudios secundarios los realicé entre 1963 y 1969 en el Colegio Pascual de Andagoya, donde gocé de la oportunidad de un excelente profesorado: Salomón Pedraza, Miguel Rúa, Jorge Restrepo, Gonzalo Restrepo, Casimiro Almanza, Graciano Garcés, Rafael Montoya, por mencionar algunos. Pero a lo anterior adiciono la calidad de compañeros, cada uno de nosotros hacía su mayor esfuerzo por superar a los demás y donde un alto porcentaje de ellos logramos estudiar pregrado en universidades públicas. Recuerdo compañeros como Miguel Reina, Óscar Palma, Rigberto Bernal, Hernando Paredes, Jamil González, Luis Enrique Tovar, Mario Koremblum (q.e.p.d.), Manuel Bonilla, Alfonso Diago, Miguel Hurtado, Zenón Yánez, Miguel Ángel Hurtado, Rafael Ayala, Jairo Tejada, Armando Acevedo, Jesús Cuero, entre otros. Como estudiante, gracias a la disciplina que me inculcaron mis padres, durante mis seis años de bachillerato estuve en los primeros puestos de cada curso, con un muy buen rendimiento académico.

¿Cuáles son sus pasatiempos?

Como hobby siempre he sido muy amigo de la música, siendo mi música favorita la salsa o antiguamente música cubana, la que aprendí a conocer y escuchar cuando mis padres, con un grupo de parejas amigas, hacían sus reuniones sociales y yo desde mi cuarto escuchaba tan gratas melodías como Los Compadres, Daniel Santos, Rolando La Serie, Roberto Ledesma, Sonora Matancera. Ya en el bachillerato aprendí a escuchar la música rock de Carlos Santana, pero también la salsa de Richie Ray, Gran Combo, Sonora Ponceña, Jhony Pacheco.

Durante mi adolescencia era más amigo de las fiestas familiares que celebramos en el colegio con las alumnas del Liceo Femenino, lo que en esa época se llamaban las fiestas ‘Agua Lulo’; desde las 3 pm, máximo hasta las 8 de la noche.

En mi adolescencia y luego en mi paso por la universidad me apasioné por la lectura, siendo muy amigo no solo de leer libros técnicos sino también de carácter político y biografías de grandes líderes universales como Winston Churchill, Mao Tse Tung, Lenin. Como autores favoritos en la actualidad están Barack Obama, Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe.

¿Es usted un hombre feliz?

Me identifico como un hombre muy feliz con mi actual pareja (Nubia Cecilia Núñez), al igual que con mi hija Luz Ángela González S, que me ha dado dos her-mosos nietos (Said David Martínez G y Luz Victoria Martínez G). Espero que tanto mi hija, como mis nietos, sean personas útiles a la sociedad y en especial a Buenaventura, donde hoy residen.

¿Fue usted el primero o el segundo gerente de la Sociedad Portuaria y qué le mereció el nombramiento?

Fui el segundo gerente de la Sociedad Portuaria Regional de Buenaventura; después de que la junta directiva de la empresa decide retirar de dicho cargo al doctor Fabio Grisales B (q.e.p.d), asumiendo tan digna responsabilidad en medio de una pequeña crisis de la empresa, que sin aún dar inicio al proceso o contrato de concesión, debíamos asumir esa tarea, porque así lo exigía el Estado colombiano. El nombramiento en mi calidad de encargado de la gerencia general se plantea ante la junta directiva, con el objetivo de recibir las instalaciones del terminal concesionado. Dicho encargo se da dentro del marco de asumir el cargo un profesio-nal que tuviera conocimiento de la operación portuaria.

Explíquenos cómo hace una persona que está acostumbrada a manejar un puerto para ser gerente de una licorera, volverse diplomático y luego candidato a la gobernación.

Para cada uno de los diferentes cargos que he tenido la oportunidad de desempeñar estuvo como premisa primordial el profesionalismo que me ha caracterizado, la responsabilidad con la que he asumido mis obligaciones empresariales. Pero lo más importante, el haber podido contar con un excelente equipo de trabajo, como también la confianza depositada en el suscrito por parte de los jefes inmediatos que he tenido.

¿Por qué volvió la segunda vez a la Sociedad Portuaria después de retirarse, qué hay de cierto que si lo llaman nuevamente lo volvería a hacer?

Cuando en el 2014, siendo miembro de la Junta Directiva de SPB, decide la misma responsabilizarme del destino administrativo de la empresa, con el fin de atender unos lineamientos que dicha junta recién nombrada quería poner en funcionamiento, acaté el llamado con el objetivo de darle un nuevo impulso a la organización empresarial y responder a la dinámica del sector marítimo en ese momento. No figura en mi perspectiva asumir por tercera vez dicha responsabilidad, cuando puedo serle útil desde otro ángulo. Como en la actualidad, siendo miembro de la junta directiva y del consejo Directivo de la Fundación SPB, comprometido con el legado social que debemos dejarle a Buenaventura.

¿Cómo ve hoy a la Sociedad Portuaria y al negocio portuario?

Hoy la Sociedad Portuaria Regional de Buenaventura tiene una dinámica diferente a la de hace siete años, con unos lineamientos que no son iguales a los del 2014 o más atrás a los de 1994. La dinámica que ha tenido el sector marítimo y portuario están exigiendo una mayor responsabilidad y un mayor compromiso con sus clientes, basados en automatización, transformación tec-nológica, digitalización, énfasis en la inteligencia artificial, etc. Caso contrario la empresa se quedaría rezagada y por fuera del contexto internacional. Hay futuro en la empresa, siempre y cuando se avance en la construcción de lineamientos y políticas, acorde a las experiencias del sector marítimo y portuario global.

En su interior, ¿cree usted que hizo un buen trabajo en la Sociedad o siente que le faltó concluir algo?

Siempre como gerente o administrador de una empresa uno termina su ciclo y se quedan logros por concluir, siendo el más importante que no pude concretar el de lograr la preparación de un mayor número de profesionales de la región Pacífica, para que, en igualdad de condiciones a las otras latitudes del país, estén en capacidad de regir los destinos de la empresa en un futuro inmediato.

¿Era cierto que si se construía Tribugá, se acabaría el puerto de Buenaventura? ¿O se requería ese otro puerto?

Usted conoce mejor que yo que las condiciones geográficas de la bahía de Tribugá y su entorno medioambiental, no genera garantía para el desarrollo de una terminal marítima, siendo ratificada esta postura por los recientes estudios y conceptos del Ministerio de Medio Ambiente. Más que un potencial desarrollo de Tribugá sea una amenaza para el puerto de Buenaventura, la verdadera amenaza la genera la falta de competitividad como puerto, al no haber alcanzado una bahía profunda, que esté a la altura de los otros puertos del Pacífico latinoamericano. A lo anterior es oportuno adicionar que el sector por-tuario colombiano y el país en general está urgido de una política portuaria, coherente y sensata, que brinde seguridad jurídica a la inversión nacional y/o extranjera; pero que además garantice el nivel de competitividad que hoy el país espera en lo que a infraestructura portuaria corresponde.

¿Qué es lo que más le preocupa del Pacífico colombiano?

Como nacido en la región pacifica, me preocupa cada día más la difícil situación que tenemos de violencia, desempleo, escasez de servicios públicos, déficit en la educación y servicio de salud, como también las escazas oportunidades laborales, que enmarcan un mayor nivel de violencia. Para superar estas falencias no solo se requiere el compromiso de la clase política de la región, sino también del gobierno nacional, y trazar una política integral para el Pacífico.

¿Cuál es el consejo que les da a las nuevas generaciones?

Un consejo sencillo para las generaciones que hoy están en camino de regir los destinos distritales, o regionales en cualquiera de los sectores de la economía, es el de tener compromiso y dedicación con lo que se compromete realizar. Asumir con responsabilidad cada tarea que se les asigne; pero lo más importante, que nos eduquemos y seamos cada día mejores ciudadanos para darle el cambio sustancial que requiere nuestra región pacífica. Debemos tener presente que el esfuerzo es el camino ideal para avanzar y no aquello que sea fácil de lograr; porque aquello que ejecutamos sin trabajo alguno es muy probable que no sea reconocido.

Sobre los jefes de comunicaciones

Tenemos entendido que el papel de los jefes de comunicaciones en cualquier organización pública o privada es el de mantener a la comunidad bien informada acerca de todo cuanto hace la institución a su cargo. Esto se logra mediante las buenas relaciones con los comunicadores y medios a su alcance, lo que implica entregar a tiempo la información requerida, dar buen trato a los colegas, atendiendo sus requerimientos de orden informativo y facilitando el acceso a las fuentes con las citas y entrevistas, de modo que se respete el tiempo del periodista.

Si el jefe de comunicaciones tiene la facultad de manejar contratación publicitaria, por favor no discrimine, como hacen algunos, prefiriendo a unos y descalificando a otros. Esta práctica está haciendo carrera en Buenaventura en algunas instituciones del sector público y privado, y aquí no podemos permitirla.

Suficiente discriminación nos hacen afuera los jefes de comunicaciones, gerentes de mercadeo, de publicidad, en el sector público y privado, al igual que las agencias de publicidad. No se debe permitir que aquí, en el propio patio, vengan a discriminarnos, silenciando a los medios locales, los mismos a los que, en épocas de elecciones, todos acuden.

De otro lado, un jefe de comunicaciones que solo sabe de radio o televisión y redes sociales tiene una visión muy corta del oficio periodístico. Debe saber cómo funcionan los medios escritos como periódicos y revistas, que le apuestan a la profundidad en sus contenidos.

Además se ha vuelto común la soberbia entre algunos jefes de comunicaciones, que miran a sus colegas por encima del hombro, e ignoran sus solicitudes de información de la institución donde trabajan. Hay que rogarles porque para todo sacan una disculpa. En otras palabras, se convirtieron en burócratas que llegan al punto de retener las cartas, correos y solicitudes que se les hacen a sus jefes y directores.

Otros se creen dueños de la verdad promoviendo mentiras como que el pueblo no lee, luego los medios no son necesarios. A un comunicador que dijo semejante barbaridad le sugirieron que retirara a sus hijos del colegio porque, ¿para qué aprender a leer si ya nadie lo hace? No supo qué responder, pese a su soberbia, prejuicios y el pisoteo de su propia profesión.

¿Y ahora quién podrá salvarnos?

Por Jesús Agualimpia

Es la pregunta que se hacen muchos habitantes de Buenaventura a raíz de la situación que está atravesando la mayoría de la población por la falta de empleo e ingresos. Los rebuscadores deambulan en las calles de un lado para otro, muchos de ellos juegan chance, lotería y cuanta rifa se les aparezca, a ver si logran un golpe de suerte. De lo contrario no ven una salida para calmar su angustia y llevar el pan de cada día a la casa.

Esta era la situación de los bonaverenses hace un año, antes de la pandemia, imagínense lo que sucede hoy con las restricciones de la movilidad, los toques de queda, etc. Y adiciónenle a esto el terror de los grupos delincuenciales con sus conciertos de balas en las comunas del Distrito, sin Dios y sin ley.

Esta era la situación de los bonaverenses hace un año, antes de la pandemia, imagínense lo que sucede hoy con las restricciones de la movilidad, los toques de queda, etc. Y adiciónenle a esto el terror de los grupos delincuenciales con sus conciertos de balas en las comunas del Distrito, sin Dios y sin ley.

Porque como decía un vecino de Pampalinda al llamar a una emisora, “los delincuentes siempre han estado allí, hoy se hizo notorio porque entre ellos se pelearon y esto trascendió a la luz pública porque convirtieron los barrios en sus campos de batalla y el miedo y la zozobra se apoderó de sus habitantes, a tal punto que muchos salieron huyendo para resguardar su vida”.

Ahora bien, lo más seguro que puede pasar es lo que siempre ha hecho el gobierno nacional: enviar más pie de fuerza. Los militares llegan, capturan a algunos delincuentes, y listo. Esperamos que las autoridades locales se pongan las pilas para que acá no solo llegue la Fuerza Pública a sofocar el incendio, sino que apague el combustible que lo genera. Necesitamos planes de desarrollo reales, no en el papel, y el alcalde tiene una enorme responsabilidad.

Es hora de recuperar el terreno perdido en su popularidad con el ciudadano corriente, ya que nadie olvida su discurso el día de su posesión el 1 de enero del año 2020. Era un discurso ecuánime invocando a la verdad, la legalidad, la libertad, la paz y el derecho que tenemos de vivir con dignidad, pero por lo visto solo le bastó sentarse en la silla del despacho para olvidarse de aquellas palabras memorables.

“Buenaventura requiere una inversión social integral para superar la violencia”, dice Edwin James Patiño

Por Jesús Agualimpia – Director de Pacífico Siglo XXI

El Personero Distrital, Edwin James Patiño, hace un diagnóstico profundo de las razones del pico de violencia en el Distrito. Bandas enfrentadas están reclutando a niños y jóvenes. Además de la Fuerza Pública, la oferta del Estado es clave para encontrar la paz.

Edwin James Patiño, Personero de Buenaventura, luce preocupado. Casi 3000 personas, dice, se han acercado a la Personería para denunciar que fueron víctimas de desplazamientos en sus barrios debido al enfrentamiento de las bandas delincuenciales. Además, denuncia que estos grupos siguen reclutando niños y jóvenes, cobrando vacunas, y dominando los precios de los alimentos. Por eso, pese a la tensa calma que se vive en Buenaventura por la presencia de las Fuerzas Armadas, advierte que la paz se encontrará por fin cuando se realice una inversión social integral.

¿Cuál es la situación de orden público en Buenaventura?

Básicamente hoy estamos atravesando una situación bastante difícil en el Distrito de Buenaventura, debido a una confrontación que se está presentando entre gru-pos armados al margen de la ley. Inicialmente se conocía de dos grupos, las bandas La Empresa y La Local. Sin embargo, La Empresa ha sufrido un ruptura de la cuál han nacido otros dos grupos, Los Shotas y Los Espartanos. La confrontación entre esos dos grupos ha causado una serie de muertes y unos enfrentamientos que han generado desplazamientos urbanos, reclutamiento de menores, asesinatos de jóvenes de entre los 17 y 25 años de edad. Todas estas circunstancias tienen a Buenaventura en una situación de violación reiterada de los derechos de la población, entre ellos el derecho a la vida y a vivir dignamente.

¿Dónde están ocu-rriendo estos enfrentamientos?

La Defensoría emitió una alerta, la 03 del 29 de enero este año, coordinada con la Personería. Allí se planteó que las zonas en disputa son las comunas 6, 7, 10, 11 y 12. En estas últimas semanas se ha incrementado la violencia en la comuna 7, sectores como Bellavista, Pampalinda, Juan XXIII en la calle Buenos Aires 1, San Francisco, entre otros.

¿Cuántos homicidios se han presentado?

Desde el 30 de diciembre de 2020 que se iniciaron estos hechos se han producido más de 30 homicidios, enero cerró con 25 homicidios. También se han reportado 13 personas desaparecidas, pero creemos que esa cifra es mucho más alta debido a que la comunidad tiene temor e incertidumbre para realizar la denuncia correspondiente, y eso hace que no todos los casos ingresen a la base de datos.

¿Cuántas familias se han desplazado?

En la Personería tenemos reportes de 906 familias des-plazadas, un total de 2292 personas. Es muy grave lo que está ocurriendo.

¿Qué medidas se han tomado?

La autoridades locales, departamentales y nacionales están trabajando coordinadamente para capturar a los integrantes de estas bandas que están operando al margen de la ley y que están reclutando a nuestros niños y jóvenes. Pero también, y es la solución de fondo y definitiva, se deben hacer inversiones que mejoren la calidad de vida de nuestra población.

Se dice que hay un cartel para todo…

Siempre se ha manifestado y eso es producto de investigación, la misma autoridad lo ha manifestado, la comunidad lo manifiesta, que todos los productos de la canasta familiar están vacunados, por lo que sus costos se incrementan. Estos grupos les cobran vacunas a los camiones que traen productos de otras ciudades, por lo que los viajes se suspendieron y hubo desabastecimiento de productos de primera necesidad como el huevo.

¿El Gobierno Nacional ha atendido el llamado de Buenaventura?

Entendemos que sí, desde la Personería podemos decir porque hemos tenido la presencia del Ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo (q.e.p.d.), el Ministro del Interior, el Ministro de Justicia, el Defensor del Pueblo. También han llegado hombres a Buenaventura para reforzar a las Fuerzas Militares, pero también, repito, se debe hacer una inversión social estructural integral.

“La pandemia no se ha ido, seguimos trabajando para mitigar sus efectos”, dice Ligia del Carmen Córdoba

Por Jesús Agualimpia – Director Pacífico Siglo XXI

Ligia del Carmen Córdoba, directora de la Oficina Territorial del Pacífico, anuncia que el despacho continuará realizando acciones humanitarias para enfrentar al covid. En marzo, además, se realizarán jornadas descentralizadas para expedición de pasaportes.

La Oficina Territorial del Pacífico es el enlace entra la Gobernación del Valle y las comunidades bonaverenses; un espacio de coordinación y acompañamiento en todos los proyectos que tiendan al desarrollo de la región. Liderado por la licenciada Ligia del Carmen Córdoba, en tiempos de pandemia del coronavirus este despacho se encargó de suministrar las ayudas humanitarias que se requerían para quedarse en casa y cuidarse del coronavirus.

En 2021, dice Ligia, el reto se mantiene. “La pandemia no se ha ido”, advierte. Igualmente, la Oficina Territorial del Pacífico apoyará los planes de la Gobernación que lidera Clara Luz Roldán para reactivar sectores como el turismo, la cultura y el campo.

Licenciada Ligia, ¿qué balance hace de su gestión al frente de la Oficina Territorial del Pacífico, entidad de la Gobernación del Valle?

La apuesta en la Oficina Territorial del Pacífico siempre ha sido desarrollar acciones positivas para mejorar la calidad de vida de los habitantes del Pacífico. A partir de la declaratoria de emergencia del Gobierno Nacional y las medidas de la Gobernación del Valle en cabeza de la doctora Clara Luz Roldán, nuestros planes, proyectos y programas en la Oficina Territorial del Pacífico se orientaron a la prevención, contención y mitigación del Covid-19, de modo que pudiéramos disminuir los efectos adversos de la pandemia en el área económica, ecológica y social de Buenaventura. Por ello desde este espacio trabajamos por promover el emprendimiento en esta nueva realidad y ayudas para el sostenimiento alimentario de la mayoría de hogares bonaverenses.

¿Cuál fue el papel que le encomendaron por parte de la Gobernación en esta pandemia?

Sin dejar de hacer algunas de las tareas misiona-les de la Oficina, la recomendación fue entregar la mayor cantidad de ayudas humanitarias a las personas y en los lugares más vulnerables de Buenaventura, de tal forma que la gente pudiera permanecer en su casa con alimentos suficientes para sus familias, dado que los medios y modos de producción estaban en su mayoría suspendidos. Ha sido una tarea titánica que continuamos realizando, pues la pandemia no se ha ido.

En el mismo sentido se analizó la situación en materia de infraestructura hospitalaria y capacidad instalada para proveer a las instituciones prestadoras de salud, públicas y priva-das, de los instrumentos adecuados para el manejo de la enfermedad producida por el coronavirus.

¿Cuáles son las solicitu-des que más se reiteran en la Oficina Territorial del Pacífico por parte de la comunidad?

Llegan muchas solicitudes, especialmente de pasaportes. Gracias a la gestión de la gobernadora Clara Luz Roldán realizaremos nuestra segunda jornada de pasaportes para descentralizar el proceso, en marzo 19 y 20 de este año. El objetivo es que la gente del Pacífico no requiera ir hasta Cali para solicitar el documento.

Hablemos del desarro-llo de infraestructura en los corregimientos y veredas, ¿qué proyec-tos tiene la Gobernación para la zona rural?

El desarrollo de vías terciarias es crucial para estrechar las braechas sociales de pobreza de la región, una infraestructura que le permita garantizar los encadenamientos produc-tivos en sectores como el maderero, pesquero, acuí-cola, forestal y turístico. Se tiene proyectada una muy buena conectividad entre la zona rural y la zona urbana de Buenaventura durante el cuatrienio de Clara Luz Roldan.

La vía Buga – Buenaventura y el tramo de red férrea son prioridad. También la culminación de la doble calzada, la vía Loboguerrero – Buenaventura, una obra a cargo de la Nación y del departamento, en la cual estamos concertando y atendiendo los requerimientos de los pobladores de la zona rural con el fin de lograr la celeridad y su efectiva culminación.

¿En qué puede apoyar la Gobernación para mejo-rar las condiciones del turismo?

Ya iniciamos campañas audiovisuales, utilizando las redes y los canales oficiales, mostrando los valores y entusiasmo de la gente por atender a los turistas, desde las zonas ecoturísticas de Aguadulce hasta sus playas marítimas, rodeadas de una biodiversidad cálida y acogedora. Vamos a promover la creación de senderos ecológicos, adecuar la infraestructura turística en la zona rural. Es así como que-remos consolidar el posicionamiento de Buenaventura como destino ecoturístico, aprovechando la riqueza cultural, ambiental, paisajística, deportiva e industrial como herramienta clave hacia el desarrollo humano integral desde la identidad territorial, la dinamización de la econo-mía y el mejoramiento de la calidad de vida.

Igualmente, teniendo en cuenta la pandemia, se creó un programa con cinco líneas de acción para acompañar a los empresarios y a quienes viven de la cadena del turismo de manera integral. Y a través de los gestores turísticos se entregaron ayudas humanitarias a las familias que dependen de la cadena turística.

¿Cuál es la propuesta para el sector cultural?

Mantener y fomentar nuestra cultura es la apuesta para mantener vivo el legado de nuestros ancestros; dignificar a los actores culturales, reconocerles y valorar su trabajo con beneficios constantes como la vinculación al Sistema General de Seguridad Social en salud y la correcta ade-cuación de tarifas económicas por la labor prestada. La cultura y el deporte son ejes fundamentales para la Gobernación del Valle.

Para finalizar, ¿cómo dinamizar los proyec-tos productivos una vez pase la pandemia?

Siempre hemos querido pasar de la pesca artesanal a la pesca industrial, esta conversación está aplazada por la pandemia, ya que muchos planes, programas y proyectos están en reorientación y esperando que se supere la crisis del covid. Pero en aras de la reactivación económica, es necesario crear nuevas fuentes de empleo y por supuesto ayudar a las que cerraron, a las micro empresas que siguen funcionando, y darle un valor agregado a nuestra materia prima, una especie de reingeniería agrícola de los cultivos agroforestales del Pacífico: chontaduro, papachina, plátano, borojó, plantas medicinales, cacao. Son recursos que tenemos a la mano y de muy buena demanda en el centro del país.

¿Están preparados los colegios de Buenaventura para volver a clases presenciales en días de pandemia? Esto piensa el licenciado Armando Arboleda Riascos

Por Jesús Agualimpia – Director de Pacífico Siglo XXI

Uno de los sectores más afectados por la pandemia del Covid-19 es el de la educación. Esta coyuntura, dice el docente y columnista bonaverense Armando Arboleda Riascos, plantea grandes desafíos al sistema, que van desde las formas de enseñar y aprender, pasando por las metodologías y recursos, así como los procesos de evaluación de los aprendizajes de los estudiantes.

“Es necesario destacar que la pandemia desnuda las inequidades y las brechas sociales y económicas que caracterizan nuestro país. De ahí que este flagelo se ha ensañado más en los más pobres, en las zonas marginales y en los contextos rurales del territorio”, comenta Armando.

Frente a ello, asegura que Buenaventura necesita mejorar la infraestructura de las instituciones y realizar planes muy efectivos para el regreso a clases. “Esto debe ser concertado con los sindicatos que agrupan a docentes y directivos por los temas de salud y jornadas laborales que implica la estrategia de alternancia que plantea el Ministerio de Educación. En todo esto, estamos ante una encrucijada, quizá la más retadora del siglo que vivimos, donde los límites de la escuela trascendieron los cimientos de los hogares y todos nos volvimos maestros de nuestros hijos”.

Doctor Armando, ¿qué ha pasado con la educación en Buenaventura tras estos meses de coronavirus?

El distrito de Buenaventura, como la mayoría de las entidades territoriales del país, no estaba preparado para un cambio tan drástico como el que vivimos producto de la pandemia. La educación en el distrito se ha visto obligada a replantear y generar planes de contingencia y utilizar procesos de reingeniería, metodologías y pedagogías en sus escuelas. Es importante resaltar que cada plantel educativo oficial y no oficial ha tenido que reinventarse en sus procesos de gestión educativa e institucional en todos sus cimientos.

En esta parte los padres de familia y acudientes se han convertido en los aliados inmejorables para facilitar la educación en casa. Desde luego, esta nueva normalidad entraña logros y dificultades que van desde la normal deserción educativa, el turismo escolar y la no asistencia regular a las clases mediadas por tecnologías, sobre todo en la zona urbana. La zona rural tiene otras dinámicas y depende de los grupos ya sean afrocolombianos o indígenas, por los usos y costumbres de los territorios, así como el acceso a conectividad y comportamiento del covid.

El caso de las instituciones de educación superior, técnicas, tecnológicas y profesional ha sido distinto en medio de la pandemia. Eso se debe a que de alguna manera ya tenían acercamiento a plataformas de educación, estudiantes familiarizados con mediaciones tecnológicas y docentes más habituados a procesos de enseñanza con guías y otros recursos. No obstante, también se ha agudizado la deserción y este es un estudio que debemos realizar como distrito.

¿De qué manera se ha atendido la emergencia desde lo educativo? ¿Cuáles son las herramientas virtuales a las que se han apelado y que resultados se esperan de estos ‘experimentos’?

Colombia tiene un rezago en las tecnologías de la información y la comunicación aplicadas para el aprendizaje en las aulas. De hecho, estaba planeada la optimización de estas herramientas para el año 2030, pero el coronavirus adelantó todo este proceso permitiendo que los docentes recibieran conocimientos más profundos en cuanto a estas tecnologías, aunque de manera acelerada.

El primer paso es que se cambió de la educación presencial a una educación en casa. A muchas instituciones se les ha hecho más fácil adaptarse que otras por los rezagos de conectividad. Uno de los más evidentes es la no obtención de una fibra óptica para los hogares. Es decir: no hay calidad en el servicio de Internet. También se debe señalar que hay una evidente falta de equipos y herramientas tecnológicas.

Entre las cosas positivas, se podría resaltar la vinculación directa de los padres y tutores en la enseñanza de los hijos. Esta tarea estaba pendiente. Se creía que la escuela era la responsable de la educación de los niños. Hoy se ve que es un trabajo mancomunado escuela-casa, que ayuda en el objetivo común.

Todos estos cambios, el uso de guías, entre otros, han permitido que los docentes, padres de familia y estudiantes estén más inmersos en términos de tecnología, lo cual ha sido muy positivo.

¿Cree usted de los alumnos sí están aprendiendo con la educación en casa?

En el caso de Buenaventura se ha priorizado la retención escolar. No se puede pensar que se está captando el 100% de la atención de los estudiantes porque no hay un mecanismo idóneo que nos permita verificar que estamos asistiendo a procesos reales del aprendizaje.

El aprendizaje requiere no solamente de una mediación, si no que necesita que haya formas de constatar la validez del mismo y ponerlo en contexto para que se haga evidente no solo a través de evaluaciones, si no que el individuo pueda reflejar todo lo que ha aprendido para manifestar de manera clara y precisa y así mostrar el cambio que ha tenido a partir de lo que se le ha dado.

Las instituciones hicieron encuestas de conectividad las cuales arrojaron que más del 50% de los estudiantes no tienen cómo hacer clases sincrónicas ni asincrónicas utilizando tecnologías, es un número muy alto. Aunque varía en algunas instituciones.

No se puede decir con exactitud qué cantidad de estudiantes están aprendiendo porque ellos podrán repetir contenidos proveídos por las guías y esto no necesariamente muestra aprendizaje, sino repetición de contenidos.

El objeto era que los estudiantes no desertaran del sistema y tenerlos en el sistema educativo, de manera activa.  Pero para el año 2021 se estima que aumente el rezago escolar en los estudiantes porque se presenta la diferencia entre lo que debe saber y lo que sabe de un grado para otro, esta situación es frecuente en las zonas rurales, pero se agudizó para todos.

¿Los planteles ya están preparados con los protocolos de bioseguridad para volver a las clases presenciales? ¿Cómo están los colegios en materia de dotación e infraestructura en ese sentido?

Se le está pidiendo a las instituciones que realicen sus propios planes de alternancia con el acompañamiento de la Secretaría de Educación Distrital.

Pero no soy muy optimista para el regreso de los estudiantes porque hay mucho por resolver y adecuar y realmente los tiempos van corriendo. Por eso no pensaría que este año, al menos en el primer semestre, se podría volver a la alternancia. Hay demasiado por organizar y dotar en los planteles educativos urbanos y rurales.

Todos sabemos que en la medida en que los estudiantes no vuelvan a la escuela se enfrentarían a un rezago mayor en términos de aprendizajes y sociabilización comunitaria.

De las 21 instituciones que tiene Buenaventura en el casco urbano, solo el 10% se podrían dotar de manera rápida de los elementos necesarios para la reanudación de sus actividades. En la zona rural, hay 20 instituciones educativas, no me atrevería a dar una cifra como tal. A todo esto, hay que sumarle la postura que bien sostienen los sindicatos en términos de que no están dadas las condiciones; porque hay que tener en cuenta las edades de los docentes y las enfermedades de base, todo esto obliga a otro tipo de concertación entre el sindicato, gobierno y desde luego la reflexión de los docentes y directivos al respecto.

En síntesis, hay un problema de infraestructura y dotación que ha sido recurrente en el sector educativo del distrito. Para nadie es un secreto que hemos tenido una infraestructura educativa que ha estado un poco desatendida, eso ha acusado el deterioro de las instituciones, así como la no pertinencia de la dotación escolar en recursos y herramientas de enseñanza.

 

Armando Arboleda Riascos es licenciado en literatura de idiomas, especialista en planeación educativa, magister en educación superior, doctor en ciencias de la educación. Como investigador, ha participado con el equipo que hizo el levantamiento de la línea de base etnoeducativa para la ciudad de Cali, dirige el equipo de diagnóstico educativo de Buenaventura año 2020, es directivo docente y catedrático universitario de la Universidad del Valle, sede pacífico y de la Universidad de Montrer de México.