Mujer negra de un gobierno en Alemania

Aminata Touré fue nombrada  miembro del gabinete del gobernador Daniel Günther en el estado más al norte de Alemania, Schleswig-Holstein, en la frontera con Dinamarca. La nueva integrante, de 29 años de edad y del partido Verde, supervisará el Ministerio de Asuntos Sociales en el gobierno de coalición encabezado por Günther, un demócrata cristiano.

Touré se convirtió en legisladora estatal en 2017. Dos años más tarde fue elegida vicepresidenta, la primera persona negra en ocupar ese cargo en cualquiera de los 16 estados alemanes. Al hablar durante un evento en 2019 en Berlín con el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, Touré contó cómo creció en un campo de refugiados preguntándose si voces como la suya alguna vez estarían representadas en la política alemana. Inspirada por la campaña que llevó a Obama a la presidencia, Touré dijo que también decidió postularse para un cargo público.

 

Alemania nunca ha tenido un ministro de raza negra en el gobierno federal. La representación de las minorías en el Parlamento nacional ha aumentado en los últimos años, aunque lentamente. 

“Sí es posible hacer obras que mejoren la calidad de vida de la gente”

Bartolo Valencia Ramos, del partido Liberal, es recordado en Buenaventura por las obras que le dejó a la ciudad durante su alcaldía, para el periodo 2012 – 2015.

En el  balance de su gestión, son por lo menos cuatro los grandes proyectos que realizó Valencia Ramos y su equipo de trabajo, que repercutieron en la calidad de vida de los bonaverenses y en la reactivación de la economía de la ciudad, justo dos de los asuntos que se le reclaman a la actual alcaldía.

Entre las obras de gobierno de Bartolo Valencia Ramos están los anillos viales, pues la ciudad estaba rezagada en términos de infraestructura. “Un ejemplo es el anillo vial de Bellavista, la gente ahora puede pasar de este barrio al Olímpico. De igual manera está el anillo del barrio Cristal a las instalaciones de la institución Normal Juan Ladrilleros. Hay un anillo vial muy importante que es el del barrio Antonio Nariño, que lo dejamos en su tercera fase y que lo terminó el gobierno siguiente. Hay otros que dejamos comenzados y están allí, sería bueno que los gobiernos que vienen los acojan y los saquen adelante, porque las obras que un gobierno deja proyectadas y en ejecución son para bien de la comunidad, no para los gobernantes”, dice el exalcalde.

En infraestructura, otra de las obras que le dejó a Buenaventura la Alcaldía de Bartolo Valencia Ramos fue la reconstrucción del puente El Piñal, que presentaba un estado lamentable.

“Nosotros acudimos al Gobierno Nacional e hicimos ese ejercicio de articulación y logramos que se hiciera la inversión en la obra física, para nosotros hacer la inversión en la parte social, como era acondicionar las ventas ambulantes que había en el entorno, la venta de marisco. Hoy  es una obra  orgullo para Buenaventura e imprescindible para la movilidad de la ciudad”, comenta el exalcalde.

Aunque sin duda el gran legado de la gestión de Valencia Ramos es la construcción del bulevar, que transformó el centro de la ciudad y hoy es lugar de encuentro y disfrute tanto de los bonaverenses como de los turistas. 

“Afortunadamente, y hay que decirlo, para lograr esta obra tuvimos un presidente comprometido con Buenaventura, Juan Manuel Santos. Se logró aprobar las regalías y con esos recursos se financiaron obras en todo el territorio de Colombia, en todos los municipios. Entre ellas el bulevar. Buenaventura tenía, y tiene, derecho a una regalía específica, unas regalías propias”, comenta Bartolo, que tenía otro propósito: conectar el bulevar con el mar.

De ahí surgió otro de sus legados: el malecón. Bartolo Valencia Ramos se inspiró en el malecón de Guayaquil, Ecuador, para replicarlo en Buenaventura. Enseguida le ‘vendió’ el proyecto al presidente Santos, quien aceptó y garantizó el apoyo a través del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.  También se hizo la gestión con el entonces gobernador del Valle,  Ubeimar Delgado.

“Yo diría que el malecón es la segunda obra más importante de Buenaventura. Y concurrió con un aporte de $15 mil millones de la Gobernación; $5 mil millones del Gobierno.  De los recursos de regalías concurrimos con $7 mil millones para un total de $27 mil millones que costaba la primera fase del Malecón, porque es una obra que iría en varias fases. Hay proyectadas otras fases que no se han tenido en cuenta en los nuevos gobiernos y aspiramos a que los gobiernos siguientes miren los grandes proyectos que están planteados y los retomen para impulsar el desarrollo que tanto reclama nuestra gente”, insiste Bartolo Valencia. 

EL GRAN ACUERDO NACIONAL

Por Aldemar Velasco

Este 19 de junio se dio un histórico hecho democrático, que terminó con más de 200  años de espera de la izquierda colombiana, con la llegada de Gustavo Petro y Francia Márquez a la Presidencia y Vicepresidencia de Colombia.

Su propuesta política se fundamenta en la conformación de un gran Acuerdo Nacional. El presidente electo afirma: “convocaré a todas las fuerzas a construir el gran Acuerdo Nacional que necesita Colombia para cambiar realmente el país y construir justicia social y paz”. 

Juan Fernando Cristo, exministro del Interior, se refirió a la propuesta del gran Acuerdo de Petro y afirmó que un diálogo que permita buscar consensos en temas como una reforma tributaria, una reforma pensional y la implementación de la paz “enviaría un mensaje tranquilizador a los colombianos y la comunidad internacional”.

“La convocatoria que hizo Petro a un gran Acuerdo Nacional es de trascendencia, es luminosa, se traduce en su deseo de gobernar por consenso a la manera de los pactos de la Moncloa en España en 1977, que reconstruyeron al país tras la muerte de Franco, verdugo de la democracia”, manifestó por su parte el dirigente conservador Álvaro Leyva, quien fue invitado a la propuesta del presidente electo.

De ser así, a partir del próximo 7 de agosto, con la posesión del nuevo presidente, no se daría continuidad al odio, la venganza y la corrupción que ha sumergido al país en la inequidad social.

Es posible que con el diálogo y la concertación con los líderes de los partidos políticos afines o no afines al gobierno Petro-Márquez, se puedan concretar las reformas estructurales que requiere el país para su desarrollo, enmarcadas en lograr una mayor equidad.

 Este Acuerdo Nacional está empezando a dar sus frutos, con el diálogo  entre el presidente Petro y el expresidente Álvaro Uribe, quien manifestó que había sido un diálogo sincero y le había pedido al presidente un canal directo para manifestarle sus inquietudes. También invitó a los colombianos a no irse del país.

Sin embargo, muchos no ven con buenos ojos este Acuerdo Nacional, pues creen que con la participación de los contradictores, muchos de ellos señalados por su mala gobernanza, el país seguirá en las mismas. Por otro lado, otros colombianos piensan que este gran Acuerdo trae esperanzas a un pueblo que ha sido sometido a la guerra, al miedo, al odio y la venganza entre contradictores políticos.

 

Nunca se debe cerrar las puertas del diálogo y buscar puntos de acercamiento, que conlleven a la construcción de una nación que pueda pasar esas páginas  de guerra, por unas donde brille la luz del diálogo y la concertación.

Francia Márquez: la oportunidad histórica de los negros 

Por Jacinto Mosquera Agualimpia

La elección de Gustavo Petro como presidente de Colombia permitió que por primera vez un negro no solamente llegue a ocupar la vicepresidencia de la República, sino su más alto cargo en la historia reciente del país: Francia Márquez.

Sin olvidar la presidencia interina que ocupó Juan José Nieto Gil, quien intentó ser borrado de la historia, como tantas miles de páginas de nuestro quehacer, desde la llegada de los españoles al continente, desde las gestas libertarias, donde los soldados negros eran mandados a la guerra a pelear no solo por la libertad de la patria, sino por su propia libertad. Y ese camino que empezamos a recorrer desde entonces nos ha llevado  siglo tras siglo,  a una lucha que se nos convirtió en lucha cotidiana.

Así llegamos a la libertad que hemos abrazado, desde la abolición de la esclavitud el 21 de mayo de 1851, pero al margen de eso se han ido forjando muchas gestas libertarias, muchas de ellas para aterrizar en el contexto que nos ocupa. 

Gestas libertarias desde la palabra, desde el canto, desde la danza y por supuesto, desde el periodismo.  Una de esas gestas libertarias desde el periodismo se inició hace 30 años con Pacífico Siglo XXI.

De algo ha valido la lucha cuando se ha logrado el objetivo. Objetivos como la Constitución del 91, que convirtió a Colombia en un país pluriétnico y multicultural, reconociendo a las comunidades afro, raizales y palenqueras, dándole un nuevo tinte a la identidad nacional.

Pacífico Siglo XXI fue de los primeros medios en Colombia que se fue a los rincones más apartados del Pacífico a buscar la identidad, pero también a convertirse en un grito desde lo más lejano de la Nación a lo más cercano de la institucionalidad.

En esos 30 años Pacífico mostró la foto inédita de pueblos, caseríos y comarcas dónde aún no llega el Estado, esa comarca que ahora Francia Márquez llamó en la campaña presidencial los ‘nadie’, porque junto a los negros también están los indígenas, los mestizos y la llamada raza blanca marginal que comparte la misma suerte de la otra Colombia.

Pacífico Siglo XXI  fue el primer medio de comunicación en Colombia que descubrió a los ‘nadie’ y escribió sobre los ‘nadie’.  Pero este logro de haber llegado a la presidencia con Francia en representación de los ‘nadie’ debe cuidarse. Que no se pierda por la corrupción rampante, uno de los males que nos aqueja tanto o peor que la pobreza física y mental que tenemos.

Que no se pierda por seguir peleando los unos contra los otros por lo poco que tenemos, como lo hemos hecho históricamente, considerando como enemigo al vecino. Si  no caminamos cogidos de la mano, el haber llegado a la Vicepresidencia se perderá como tantas otras oportunidades históricas. Feliz cumpleaños a Pacífico Siglo XXI. 

El triunfo del voto
negro en Colombia

Por primera vez en la historia, los negros se pusieron de acuerdo para elegir un presidente de izquierda y una vicepresidenta afrodescendiente: Gustavo Petro y Francia Márquez, respectivamente. 

Este hecho histórico deja una lección muy grande para los incrédulos de los partidos tradicionales en Colombia, que supusieron que las maquinarias, de nuevo, vencerían, y se encontraron con el voto, unido, del negro.  

Lo sucedido en las urnas con el pueblo afro indica que algo está empezando a cambiar a pesar de las críticas hacia nuestra etnia. Durante décadas el discurso ha sido el mismo: se decía que los negros no nos unimos, que somos individualistas, que nos cuesta trabajar en equipo por un objetivo común debido a la herencia maldita del esclavismo, de trabajar siempre para otro. Las elecciones mostraron lo contrario. 

En Buenaventura, el 86% de los ciudadanos votaron por Petro. Las cifras son similares en las regiones con población afro. Mayoritariamente el voto negro fue para Petro y para Francia, en un entendimiento colectivo nunca antes visto. 

Sin duda alguna llegó el momento de muchos cambios para el país y para la población afro. Este momento de efervescencia y entusiasmo por un gobierno distinto, de izquierda, debe llevarnos a seguir unidos para continuar en el camino de dejar atrás tantos males históricos que siguen acechando en el día a día a nuestra gente: el hambre, el marginamiento  y la injusticia que mantiene rezagados a nuestras comarcas.

El cambio del que tanto se habla, en el caso de la población negra, debe ser mental. El objetivo es consolidar ese trabajo en colectivo que nos llevó al éxito electoral con la Presidencia, y ahora debe apuntarle a la búsqueda del bienestar de toda la población. 

Es cierto que algunos analistas se han preguntado por qué, históricamente, los negros se discriminan entre sí. Los entendidos aseguran que la respuesta está en las brechas históricas en educación, en el desconociendo de nuestra historia y lo que le hemos aportado al país, en la negación ancestral producto de la crianza recibida. 

Pero en las elecciones demostramos que eso puede quedar en el pasado para empezar a construir un futuro donde todos quepamos, donde a todos nos vaya bien. En Pacífico Siglo XXI estamos convencidos de que aquello va a ocurrir. 

La alegría de otra ilusión en Yurumanguí

Las personas cambian de estado de ánimo de una manera prodigiosa. Trocamos la risa en tristeza y el odio en amor, en menos de lo que canta un gallo. No obstante, no nos preguntamos qué es lo que nos genera más alegría y porqué actuamos como lo hacemos.

La anterior reflexión me llega después de haber vivido como jurado el proceso electoral para la presidencia de este año. Estuve en una zona hermosa, Yurumanguí,  donde los moradores descendientes de esclavizados se ufanan de su amabilidad y bondad para propios y extraños.

Yo volvía después de 15 años, cuando en los procesos de formación visité una gran cantidad de lugares de resistencia étnica llevando el discurso de una educación pertinente y propia. 

Lo cierto es, que producto del momento histórico, me pude reencontrar con tanta gente querida y pujante. Lo que llama la atención es que después de tantos años de desengaños a nuestros paisanos, con politiqueros que solo llevan  promesas que nunca cumplen, los moradores del hermoso río Yurumanguí hipotecaron su esperanza en el presidente electo Gustavo Petro. Cada persona de este corregimiento transpiraba sueños y anhelos.

Hubo un espacio entre los primeros boletines en que mostraban al señor Rodolfo Hernández como potencial ganador, que el silencio reinaba en el lugar.

 Pude notar mucha tristeza y era como si el tiempo se detuviera y en cada rostro un clamor y el reclamo por otra decepción más. Cuando se mostraron los otros boletines que mostraban al candidato del Pacto histórico ganando, se sintió como un nuevo amanecer. La gente gritaba y se abrazaba en San José de Yurumanguí.

Conociendo un poco la idiosincrasia de la casta política colombiana, yo no sé qué tanto el presidente electo o  Francia Márquez conocen estos territorios, lo que sí sé es que hay una comunidad expectante que depositó en la urna no solo el voto sino que con él iban sus esperanzas y conquistas fallidas en todos tiempos de olvido estatal.

Duele observar que hay organizaciones y ONG que atienden algunas necesidades de la comunidad, mientras los gobiernos miran hacia otra parte. Considero que nuestros paisanos merecen un mejor trato. Hay que volver la cara hacia los territorios donde tantos hombres y mujeres resisten cada día a los embates de una modernidad mal entendida que solo quiere depredar cada metro de tierra y expoliar a familias enteras que luego son expulsados de sus territorios. 

Por eso, hoy ellos han pasado de la tristeza al jolgorio del triunfo de Petro, esperamos que la alegría dure igual que el movimiento del río.

 

Personajes
de mi pueblo

El lugar donde nací era un pueblo muy tranquilo, de calles sin pavimentar, sin acueducto ni alcantarillado,

sin energía eléctrica y casas de madera con techos de paja y láminas de hierro. Con una sola escuela de varones, la Andrés Bello,  dos de niñas, la Anexa y la Policarpa, y dos de secundaria, el Colegio Femenino y la Normal de Señoritas.  

También había un seminario donde ordenaban sacerdotes blancos y dos colegios de secundaria masculinos llamado Instituto San Pablo y Escuela Industrial de varones.Quiero a través de esta columna rendir homenaje póstumo a muchos mayores que nos dieron la oportunidad de ser en medio de las dificultades de la pobreza. Destacar algunos personajes que sin ser estudiados ni intelectuales, nos enseñaban con sus ejemplos de vida. 

Empecemos por Ramón. Algunos le llamaban ‘Ramón baba’. Lo consideraban el bobo del pueblo. Sin embargo, tenía una habilidad maravillosa y era que a falta de emisora en el pueblo, él regaba las noticias de los decretos y disposiciones de la alcaldía.   También era el cartero y el que anunciaba las películas del teatro. Y, por supuesto, también regaba los chismes.Recuerdo algunas mujeres que eran de armas tomar, como la vieja Tulia, mamá del profesor Odulfo; la vieja Polita, que  andaba con un machete al cinto para cortar leña en el monte; la vieja Jesucita, mi madre, minera de profesión, siempre con su batea.  También la vieja ‘María Gorda’,  con su pequeña tienda.  Esas mujeres cargaban una volqueta de arena de seis metros a pala limpia en la playa grande.Tampoco puedo olvidar a la vieja Angelina, la mejor panadera del pueblo. A sus 11 hijos  los sacó profesionales.

Eran los tiempos de la patasola, la tunda, el duende, la madre de agua, historias que nuestros mayores nos contaban en noches de luna llena, a falta de televisión. Recuerdo que había muy buenos narradores como el viejo Fidelino, un experto leñador,  cazador de guaguas y  sobador de huesos. Pero don Fide, sin duda, era el mejor contador de cuentos de lunes a viernes, porque el sábado se bajaba a bailar donde Pedro Cortijo, la cantina más popular. Las mujeres decían de don Fidelino era el mejor bailarín del pueblo.  

Aquí le rendimos este pequeño homenaje a todos estos mayores que nos estimularon con su arte y nos dejaron muchas enseñanzas de vida.   Continuará. 

Buenaventura celebra la Afrocolombianidad

Con diferentes actividades, en Buenaventura se conmemorará no el día sino el Mes de la Afrocolombianidad. Todo inició el pasado 18 de mayo, con el conversatorio entre rectores y coordinadores de planteles oficiales y privados sobre las Experiencias Conmemorativas  de la Afrocolombianidad.

Este sábado 21 de mayo, en la Catedral San Buenaventura, además, se celebra la Santa Misa, y se realizará también el foro ‘La Importancia de la Movilización Social y Política en las Comunidades Negras del Pacífico Colombiano’, cuyos ponentes son Leyla   Arroyo, Víctor Campaz y Joselín Quiñones.

Para el próximo 25 de mayo se realizará la jornada pedagógica Afrocolombiana y de la Diversidad Cultural en las instituciones educativas de la ciudad.

En Colombia, cada 21 de mayo, se conmemora el Día de la Afrocolombianidad. Esta fecha alude al día en que se puso fin a la esclavitud en el territorio nacional. Además, el mes de mayo ha sido designado por el Ministerio de Cultura como el Mes de la Herencia Africana.

El Día de la Afrocolombianidad es una oportunidad para reconocer el legado de la cultura afrocolombiana y su aporte a la construcción de la nación colombiana.

El balón de Rincón

A la memoria de Freddy Eusebio Rincón (1966 – 2022)

Por Santiago Cruz Hoyos

La historia se la escuché al periodista César Augusto Londoño, en El Pulso del Fútbol. El balón con el que Freddy Rincón le hizo el gol a Alemania en el Mundial de Italia 90 lo conservó durante muchos años el delantero quindiano Rubén Darío Hernández, ‘Rubencho’.

De inmediato me puse a la tarea de seguir el rastro de esa pelota que me hizo tan feliz hasta llorar.

Fue sencillo ubicar a ‘Rubencho’, desde hace tres años radicado en Armenia, donde trabaja para el Deportes Quindío. Primero como entrenador de delanteros y ahora como técnico. Este año, me cuenta, se graduó de la Asociación de Técnicos Argentina, y además es licenciado en educación física. También tiene la licencia de Conmebol para dirigir en Colombia.

La historia del balón de Rincón, recuerda, comenzó en el minuto 88 de juego, cuando Littbarski, de un zurdazo al palo de la mano derecha de Higuita, hizo el gol que nos eliminaba del Mundial. En el televisor, William Vinasco Ch repetía: “No hay derecho, no nos lo merecíamos, no hay derecho”.

Entonces Pacho Maturana le ordenó a ‘Rubencho’ que calentara, junto con Arnoldo Iguarán, para buscar justicia. No tuvo necesidad de hacer los cambios. Dos minutos después de la anotación alemana, Leonel recupera un balón en el área nuestra, se lo pasa al Bendito Fajardo, este al Pibe Valderrama que se deshace de dos rivales, le entrega la pelota a Freddy, Freddy se la devuelve al Pibe, que mete un pase de profundidad como puñalada contra el campeón del mundo, y aparece Rincón para acariciar la pelota por entre las piernas de ese arquero que en la pantalla parecía un gigante, Bodo Illgner.

Yo tenía 8 años. Recuerdo haber cantado el gol hasta quedarme sin voz. Y terminar convencido de que las banderitas en papel y palillos que había hecho en el entretiempo con mi primo Juan Pablo en su casa en La Merced habían sido el amuleto que nos dio la clasificación a la segunda ronda.

Mientras tanto ‘Rubencho’ se encontraba en una esquina del estadio Giuseppe Meazza celebrando con el resto del equipo. Fue cuando vio que Illgner pateó el balón furibundo y este se fue cerca de donde él estaba. ‘Rubencho’, en medio del alboroto, lo cogió sigiloso y se sentó en el banco. Ningún recogebolas se acercó a pedírselo.

El único que le pidió el balón fue Freddy, en el camerino. ‘Rubencho’ le dijo que no. Que si se tomó el trabajo de esconderlo era para conservarlo. A Freddy no le importó. El equipo festejaba y nadie pensó en lo que ese balón, un Adidas Etrusco Único, diseñado con tres cabezas de león, representaría para la historia del deporte colombiano.

En el hotel ‘Rubencho’ lo desinfló y lo metió a su maleta. También empacó la camiseta del jugador número 6 de Alemania, con quien intercambió la suya marcada con el 22. Cuando llegó a Colombia le entregó tanto el balón, como la camiseta, a su papá, don Ramón, un apasionado por el fútbol. Le dijo que se lo guardara.

‘Rubencho’ siguió su carrera, integró casi todos los equipos del fútbol colombiano, jugó para el MetroStars, e hizo tantos goles que hasta perdió la cuenta. Según le han dicho los estadísticos, en el torneo local marcó 189. Si suma los que hizo con la Selección y los de Libertadores, la cifra supera de lejos los 200. Del balón de Rincón no se volvió a acordar.

Hasta hace cinco años, cuando su padre le dijo: “Te tengo una sorpresa”. Era el balón del Mundial. ‘Rubencho’ se lo llevó para su casa, y recordó sus inicios en el fútbol. Como a veces los domingos su papá no tenía para comprar las dos boletas para ver al Quindío en el estadio San José, se hizo recogebolas. Así él veía gratis los partidos mientras su padre disfrutaba en la tribuna. El balón de Rincón fue el más importante que recogió en su vida, así lo hubiera hecho como jugador consagrado.

Por eso jamás lo vendió. ‘Chicho’ Serna se lo solicitó para su museo; de España lo llamaron a ofrecerle cifras escandalosas -5 mil dólares- pero ‘Rubencho’ no cedió. ¿Cómo vender lo que no tiene precio?, se pregunta. ¿Cómo calcular el valor de lo que nos hizo sentir Freddy esa mañana del 19 de junio de 1990?

Hasta diciembre de 2019, cuando se abrió en el estadio Centenario el Museo del Deporte. ‘Rubencho’ decidió donar el balón. Finalmente, de alguna manera nos pertenece a todos. Está en una vitrina como si se tratara de una obra de arte, y encima un televisor repite el gol una y otra vez. Antes del inicio de la cuarentena por el coronavirus, decenas de colombianos fueron a verlo, quizá con la ilusión de que se les volviera a erizar la piel o soltar de nuevo lágrimas de felicidad. Hasta Freddy viajó a Armenia para recordar su balón de la gloria.

Parte médico paciente Freddy Rincón Valencia

La Clínica Imbanaco Grupo Quirónsalud previa autorización de la familia se permite informar sobre el
estado de salud del paciente Freddy Eusebio Rincón Valencia, quien ingresó en la mañana de hoy, 11 de
abril de 2022. Luego de las valoraciones realizadas, el equipo de especialistas a cargo del paciente ha
tomado la decisión de realizar un procedimiento quirúrgico que se lleva a cabo en este momento.